02 Aug 2021 La comunicación en la defensa de los territorios
Par Monica Montalvo Mendez y Suleica Pineda
En México se han identificado más de 800 conflictos socio-ambientales generados por proyectos mineros y energéticos en los últimos doce años: presas, gasoductos, eólicas, termoeléctricas y parques solares son instalados sin consultar a los pueblos afectados. Esta situación no es muy distinta en el resto de América Latina. Este contexto, entre muchas otras cosas, atenta contra el derecho que tienen las comunidades campesinas e indígenas para su autodeterminación y decidir qué tipo de desarrollo quieren.
En México, son cada vez más frecuentes las amenazas a los territorios a causa de la implementación o del intento de implementación de megaproyectos extractivitas. Esto ha llevado a comunidades campesinas e indígenas, así como a personas que habitan en las ciudades y que entienden de la gravedad de estas amenazas, a organizarse para luchar en defensa de estos territorios.
Estos movimientos han recibido como respuesta violencia y represión hacia las mujeres y los hombres que se asumen como guardianes de los territorios, y que están haciendo propuestas alternativas, a nivel local o regional, para crear horizontes de esperanza.
De acuerdo al informe sobre las personas defensoras de los derechos humanos ambientales publicado por CEMDA, del año 2012 al año 2019 son 499 ataques registrados hacia estos guardianes del territorio.
Una parte fundamental de las estrategias que los movimientos en defensa de la tierra han realizado, tiene que ver con la comunicación.
La reflexión que compartimos en este artículo se basa en el trabajo realizado por un periodo de tres años (2018-2020) desde la Sandía Digital junto con el programa de América Latina y el Caribe de Witness.
Primero compartiremos los actores hegemónicos y de resistencia presentes en las luchas en el ámbito de la comunicación, para luego compartir cómo se entiende la comunicación y para finalizar con la importancias de que sus voces, sus historias y sus relatos sean visibilizados.
Tejer las voces
La Sandía Digital es una colectiva feminista conformada por mujeres profesionales de la producción audiovisual y del cine, del periodismo, las artes plásticas, las ciencias sociales y la comunicación comunitaria, interesadas en contribuir a fortalecer el ejercicio del derecho a la comunicación y la autodeterminación de las personas, grupos y comunidades que actúan a favor de la justicia socio-ambiental y de género, y a la defensa de los derechos humanos en México y América Latina.
En 2018, nos dimos a la tarea de realizar el diagnóstico de cuál es el papel de la comunicación en la defensa del territorio en México,1 este proceso nos permitió colectivizar nuestras preguntas en torno a cómo y qué se estaba haciendo en relación a comunicación en las luchas contra proyectos extractivos de distinta índole.
Este diagnóstico se hizo a través de entrevistas con especialistas en el tema, por medio de reuniones con comunidades de aprendizaje formadas por integrantes de movimientos, organizaciones sociales, periodistas y comunicadorxs que luchan por la defensa del territorio en diversos estados del país como Chiapas, Oaxaca, CDMX, Puebla, Morelos, Michoacán, Tabasco, Veracruz, Jalisco, Sonora y Baja California.
Las reflexiones resultado de este proceso de casi un año nos dejaron ver que existen una diversidad de actores en la comunicación en la disputa del territorio y nos pareció pertinente situarlos en dos grupos.
Actores hegemónicos
Entendemos por actores hegemónicos de la comunicación a aquellos que dominan el discurso dentro de las comunidades narrativas vinculadas con un proceso de defensa de determinado territorio. Es a través de los relatos que nos construimos como personas individuales y también como grupos identitarios mediante los cuales modelamos, en el terreno simbólico, nuestra realidad y nos proyectamos hacia el espacio público. Cuando hablamos de comunidades narrativas nos referimos, entonces, a grupos que tejen y comparten relatos con los cuales dan sentido y orientan, en este caso, su actuar como sujetxs en los mapas que circunscriben los conflictos socio-ambientales.
En general, vemos que quienes ejercen mayor poder en la toma de decisiones sobre el avance de los megaproyectos extractivos, y por lo tanto en el terreno simbólico o inmaterial también, son los siguientes actores:
- Empresas e instituciones financieras internacionales
- Los gobiernos
- Medios de comunicación
Sobre este último punto si bien en México 71 millones de personas tienen acceso a internet,2 el 37% de la población sólo se informa a través de la televisión abierta o las grandes cadenas de radio que pertenecen a monopolios. En México existe una alta concentración del sector de la comunicación en pocos actores. Existe un duopolio en los medios de comunicación.3
El mapa de la comunicación se actualiza constantemente y particularmente en la arena digital. En relación directa con la transformación de los procesos, dicha actualización constante se traduce en el establecimiento de discursos dominantes y contra-narrativas en el espacio público. Esto contribuye a que los discursos, opiniones, historias y hechos emanados desde los movimientos sociales que defienden el territorio puedan tener una presencia más directa e inmediata en estas arenas.
No obstante, el dominio de quienes manejan las plataformas para que estos espacios digitales sean posibles aún está determinado por grandes empresas y por lo tanto muchas veces operan de acuerdo a sus agendas e intereses.
En este sentido, los medios de comunicación ya sea digitales o tradicionales, son los principales responsables, hoy en día, en la amplificación de los discursos de las empresas y los gobiernos.
Independientemente del tipo de mega-proyecto (minería, fracking, represa, hidroeléctrica, turismo, etc.) es posible identificar una narrativa del despojo que se repite: el actual modelo capitalista -y los conceptos de bienestar, progreso y desarrollo que éste implica- no es puesto en discusión. Sólo existe un modelo válido, legitimado y visible. Todo lo demás es invisibilizado. Y en este modelo, los megaproyectos son un componente clave.
Los actores de la resistencia
Entendemos a los actores en resistencia relacionados con la comunicación como aquellos que se posicionan conscientemente en este mapeo de poder del lado del movimiento social en defensa del territorio o de los bienes comunes. Les nombramos “en resistencia” debido a que, en razón de las imposiciones de megaproyectos que involucran violaciones de derechos humanos y crímenes medioambientales, dichos actores han tenido que situarse en una posición de defensa, identificamos principalmente a tres grupos de actores:
Movimientos sociales y comunidades en defensa del territorio.
Por el papel central que ancestralmente han tenido en el cuidado de los bienes comunes o Tejido de la Vida, son los movimientos o comunidades quienes suelen ser el núcleo central de los diferentes procesos de defensa del territorio en el país.
La forma de comunicar y de organizarse será muy diferente si el movimiento corresponde a una estructura social y política ya establecida (asamblea ejidataria o comunidad indígena, por ejemplo4), o si se conforma específicamente para resistir frente a un proyecto Estos grupos generalmente realizan la comunicación a través de medios comunitarios, comisiones de comunicación y vocería.
Redes y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) locales y nacionales
Alrededor del núcleo central de defensa del territorio, generalmente acompañan a los distintos procesos sectores de la Sociedad Civil Organizada y redes que han gravitado en diferentes órbitas que en muchos casos han sido esenciales para el avance estratégico en los pasos a seguir en la defensa del territorio.
Periodistas independientes y medios libres.
En diferentes momentos y diversos grupos de periodistas han podido mantenerse al margen de la imposición de agendas relacionadas con el empuje en la imposición de megaproyectos, esto ha logrado ser un contrapeso real en las narrativas que en muchas trincheras se libran cotidianamente en los procesos de disputa territorial.
Para muchos actores de la resistencia, la comunicación es vista como una herramienta para transformar el mundo. Se pueden construir, a través de la comunicación, horizontes posibles, que desarrollen representaciones más justas del mundo. Es importante trabajar en torno a mensajes o ideas que provoquen reacciones, que generen conciencia para llevar a la toma de acciones.
En las múltiples acciones y objetivos que los actores de la resistencia hacen, son tres grandes estrategias para defender el territorio desde la comunicación:
1- La comunicación para habitar el territorio.
2- La comunicación para prevenir e informar frente a amenazas.
3- La comunicación para la incidencia.
Conclusión
La comunicación es un elemento transversal e indispensable en las estrategias de defensa del territorio. Es clave tanto para fortalecer los procesos, los sujetos políticos, afirmar las identidades, conocer los territorios y las alternativas al desarrollo, como para hacer prevención, denunciar las afectaciones de un proyecto, visibilizar los problemas y derechos que les están siendo violentados, apoyar las estrategias legales y de incidencia política. Sin la comunicación, muchas veces estas no podrían llevarse a cabo. Sin embargo, por su carácter transversal, suele ser invisibilizada. Esto nos impide pensar en la comunicación de manera más estratégica y usarla en su plena potencialidad.
No se puede pensar en la comunicación de manera aislada. Es indispensable que los habitantes de los territorios afectados por megaproyectos puedan contar sus historias, para romper los relatos hegemónicos que representan “el peligro de una sola historia”, como lo mencionado por Chimamanda Adichie, escritora nigeriana. Chimamanda nos advierte que hablar de una sola historia nos vuelve vulnerables e influenciables.
Las narrativas construyen posibilidades: ¿cómo vamos a caminar hacia el mundo que queremos si ni siquiera lo hemos nombrado?
“Necesitamos ver historias donde nos identifiquemos, donde narremos nuestros miedos, pero también nuestros sueños y esperanzas. Contar nuestras historias nos permite encontrarnos en los ojos de otras y otros.” Enfatiza que “las historias se han usado para despojar y calumniar, pero las historias también pueden dar poder y humanizar. Las historias pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden reparar esa dignidad rota.”5
Desde La Sandía Digital apostamos por los espacios de formación que permitan construir la comunicación desde otras narrativas, con el objetivo de que quienes se formen amplifiquen su capacidad de incidencia para posicionar sus proyectos de desarrollo alternativo en el debate social a través de narrativas transformadoras a favor de la justicia socio-ambiental.
Notas
1. https://lasandiadigital.org.mx/2019/12/06/diagnostico-participativo/
2. Escalona, Claudia Juárez (2018) El Economista 3.0; “Uso de Internet llega a 64% de la población” https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Uso-de-Internet-llega-a-64-de-la-poblacion-20180221-0023.html
3. En una investigación realizada por Aimée Vega Montiel menciona que de las 189 industrias privadas de televisión, son de Televisa y Televisión Azteca, el 67% de la industria radiofónica es privada y la mayor parte de estas estaciones son propiedad de 15 grupos.
4. Entidades jurídicas que se establecen en el marco agrario mexicano para garantizar la propiedad colectiva de la tierra.
5. Chimamanda Adichie (2009) “El peligro de la historia única”. Tedglobal. https://www.ted.com/talks/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story/transcript?language=es
Monica Montalvo Mendez, Antropóloga social, maestra y doctorante en Desarrollo Rural. Trabaja en torno a la defensa del territorio y la comunicación desde la academia, los medios libres y junto con movimientos sociales desde el 2007. En sus investigaciones y procesos de comunicación, se ha interesado en las problemáticas y resistencias generadas por proyectos de represas. Desde La Sandía Digital, donde se encarga de investigaciones y formaciones en comunicación para la defensa del territorio.
Suleica Pineda, Ingeniera industrial de profesión, forma parte de la Sandía Digital donde tiene el rol de productora, su trabajo más reciente en la producción ejecutiva es el largometraje “La energía de los Pueblos” y el cortometraje “Victoria”, de forma personal y en forma colectiva apuesta por el cambio de narrativas para contar de manera diferente y amable los temas de su interés.
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