02 Aug 2021 Medios comunitarios y su vigencia en la era digital
Par Jorge Guachamín Llerena
Los acontecimientos de la protesta en octubre de 2019 y la pandemia del Covid-19 revelaron el impacto de la inclusión digital y cómo ha ido modificando el panorama en los espacios de la comunicación privada, comunitaria y pública. La ciudadanía ha optado por medios alternativos y por las redes sociales, como opción informativa, ante los medios hegemónicos, cuya credibilidad ha sido cuestionada.
Mientras que los medios comunitarios se encuentran en un momento de adaptación a los nuevos tiempos, donde se repiensan sus posibilidades y potencialidades digitales, cabe destacar que éste no sólo es un debate tecnológico, sino también político, sobre la vigencia e incidencia de lo comunitario como proyecto comunicacional, en especial para los sectores donde no hay televisión e internet, donde la radio es el único espacio de comunicación.
La red de comunicación desde el territorio como actor de la transformación social
Según el Art. 1 de la Constitución,1 “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”, que en su diversidad se fortalece por las semejanzas de su pueblo y nacionalidades, con raíces ancestrales diversas como: mestizos, indígenas, afroecuatorianos y montubios.
Pese a las complejidades y dificultades, los pueblos y nacionalidades del Ecuador se han mantenido en un proceso dinámico de reconstitución, a través del fortalecimiento de su identidad, formas de organización, representación que les permita conocer y ejercer sus derechos colectivos, para de esta manera garantizar las condiciones para un desarrollo sostenible, justo e igualitario.
Ser parte y acompañar este proceso reivindicativo de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, a través de la radio, ha sido el trabajo que desde hace 31 años lleva a cabo la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (CORAPE). La comunicación radial ha permitido que las propuestas de luchas tanto individuales como colectivas sean amplificadas en su difusión y que las comunidades en el país se relacionen a través de un trabajo en Red.
Ante un panorama dominado por los grandes medios, CORAPE a través de sus tres Redes: la Informativa Nacional, Kichwa y Amazónica, surge como uno de los esfuerzos motivados por la participación ciudadana de las comunidades locales, en conjunto con varios sectores como los campesinos, pueblos y nacionalidades, para democratizar el acceso a los medios de comunicación y consolidándose, a través de los años, como una red de Redes de medios comunitarios que identifican la democratización de la palabra como eje central para la democratización de la sociedad.
Históricamente, a través de la comunicación se ha potenciado la relación intercultural entre los diversos pueblos y nacionalidades existentes, convirtiéndolos en un actor importante que ha influido en los acontecimientos sociales y políticos del país. Sin embargo, en la actualidad, el debate sobre las nuevas tecnologías y sus efectos parten de la comunicación como derecho en un nuevo escenario que permita su acceso y sostenibilidad.
Nuevos escenarios de los medios de comunicación comunitarios, públicos y privados
Hasta inicios del presente siglo, la radio era el único medio que llegaba a las comunidades, ya que en aquel entonces no se contaba con televisión ni teléfonos. Esa realidad ha ido cambiando: la presencia paulatina y ampliación de cobertura de servicios privados de internet en áreas rurales y el uso de teléfonos celulares con acceso a internet móvil, han acortado las distancias, brindando una nueva forma de acceder a información a través de las redes sociales; pero también generando exclusión y retraso en el aprendizaje del uso de las nuevas tecnologías (TICs).
Los acontecimientos suscitados entre el 01 al 04 octubre en 2019, evidenciaron el impacto de las redes y la demanda de información desde las comunidades urbanas y rurales, sobre lo que sucedía en el país durante los días de protestas. Medios comunitarios y ciudadanos con un celular en la mano, a través de las redes sociales y transmisiones en vivo, mostraban una realidad que no era visibilizada por gran parte de los grandes medios privados y hegemónicos.
Durante esos días de octubre, los medios comunitarios, a través de sus radios, fueron parte de los espacios organizativos, contrarrestando el cerco mediático del oficialismo y grandes medios aliados, pero también brindando una opción informativa a los lugares donde no llega la señal de televisión o Internet. Siendo una opción también, ante la desinformación en redes sociales.
Pese a que el Artículo 22 de la Ley de Comunicación2 garantizaba que “la información debía ser verificada, contrastada, precisa y contextualizada”, varios sectores ciudadanos desconfiaron de los contenidos de los grandes medios de comunicación privados, y optó por la información que circulaba y se compartía en redes sociales. Tal fue el impacto, que hasta los grandes medios de comunicación privados televisivos, tomaron varios contenidos en vídeo de las redes sociales y los compartieron en sus noticieros estelares.
Sin embargo, las redes sociales y el Internet se vieron limitados en el alcance de sus mensajes, durante las manifestaciones. Y es en esta parte donde se evidenció la vigencia de los medios de comunicación comunitarios: CORAPE desplegó sus equipos para la cobertura noticiosa de este hecho histórico, pero también fue el único medio de comunicación que instaló una cabina en el parque El Arbolito, facilitando los micrófonos de la radio a miles de ciudadanos que llegaron desde las comunidades, para que puedan expresar su opinión ante los hechos que estaban viviendo y llegar con su mensaje, con su idioma y con su sentir, a sus familias que los esperaban en las provincias, en los cantones, en las parroquias, en las comunidades.
Pandemia y nuevos retos en la información y comunicación comunitaria
Desde el 29 de febrero al 25 de abril de 2020, el Gobierno Nacional fue sorprendido por el impacto de la COVID-19 y el 13 de marzo tomó medidas de restricción y aislamiento, pero la falta de claridad en el mensaje oficial a la ciudadanía, sobre la ya declarada pandemia, generó pánico y desinformación. Los grandes medios privados reprodujeron la información y discurso oficialista y llegaron hasta cierto espectro de la población sin satisfacer sus demandas informativas, dejando la puerta abierta a las redes sociales como espacio de información, pero también de desinformación.
En este contexto, otra vez proliferaron y tomaron fuerza, diferentes medios digitales privados cuyas plataformas de transmisión se encontraban principalmente en las redes sociales. Pese a la fuerte presencia de estos espacios digitales en el marco de la pandemia, los medios comunitarios, a través de sus radios, nuevamente evidenciaron su vigencia en el manejo comunicativo y su enfoque sobre esta nueva realidad en la salud pública global.
Al igual que en los hechos de octubre de 2019, los medios comunitarios fueron la principal fuente informativa para los pueblos y nacionalidades del Ecuador, campesinos y comunidades rurales, sobre lo que sucedía en el resto del país, en este caso, el virus y sus implicaciones en territorio, como lo señala el documento conjunto entre UNICEF y CORAPE “Memoria de la experiencia de los medios de comunicación comunitarios de la Red CORAPE durante la emergencia sanitaria – Ecuador 2020”.3
Es allí cuando los medios comunitarios cobraron un rol especialmente relevante, no solo en cuanto a la trasmisión de datos sobre el progreso de la pandemia, sino con respecto a la orientación de la comunidad sobre el cuidado, protección y prevención de la enfermedad desde perspectivas científicas, pero también ancestrales y comunitarias. Es decir, la información que los medios comunitarios difundieron tuvo diferentes fuentes: gubernamentales, especialistas de medicina científica occidental y academia, pero también de expertos en medicina ancestral conocedores del tratamiento de algunos síntomas comunes a la enfermedad causada por la COVID-19.
La conectividad como derecho humano
Antes de la pandemia, los medios comunitarios acarreaban varios problemas, ahora se siguen enfrentando a un panorama complejo e incierto. Sin embargo, estas dificultades también representan una oportunidad. La fortaleza de los medios comunitarios, en los nuevos escenarios, está en conectarse nuevamente con su audiencia local, a través de nuevos y novedosos formatos digitales, de recoger y procesar la información que interesa a las personas de la localidad.
La radio cambió, sigue y seguirá cambiando con el avance de nuevas tecnologías y lo comunitario sigue vigente donde lo digital aún está ausente; esta situación nos obliga a pensar a los medios comunitarios como un espacio fundamental para el acceso y difusión de información con tecnologías y formatos amigables para las comunidades. De ahí que los medios comunitarios y el acceso de las comunidades a las nuevas TICs deban ser parte de las estrategias nacionales de comunicación e información.
La emergencia sanitaria evidenció la precaria conectividad que existe en la mayoría de las zonas del país. “Según una encuesta multipropósito de UNICEF en 2018, en el Ecuador solo el 37% de los hogares tiene conexión a internet, la situación es más grave aún para los niños de zonas rurales, donde solo el 16% de los hogares tiene conectividad, lo que da cuenta de una enorme desigualdad del derecho al acceso a la información”.4
Por lo tanto, no solo se requiere garantizar la libre expresión de los medios comunitarios, sino también, implementar medidas que permitan el acceso de las comunidades a nuevos medios y a nuevas tecnologías para que se sostengan en el tiempo.
La reflexión sobre los efectos de las brechas digitales tiene implicaciones en los ámbitos culturales, políticos, económicos y sociales, por lo tanto, la inclusión digital de los medios comunitarios debe estar ubicada en el debate de la elaboración de políticas públicas.
La importancia de la comunicación en territorio y su sostenibilidad fue parte del “Informe Anual de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)” de 2002,5 donde se señala que la pobreza y la marginación social en que viven amplios sectores de la sociedad en América Latina, afectan la libertad de expresión de los ciudadanos, ubicándolos fuera del debate público.
No es suficiente el reconocimiento del sector comunitario en las normativas de la comunicación, sino que éstas también deben incluir medidas afirmativas que permitan a los sectores menos favorecidos contar con las mismas oportunidades de acceso transparente a las frecuencias, como parte de un ejercicio real democrático.
La lucha por democratizar la comunicación en nuestros países no empieza ni termina con un gobierno, sino del trabajo conjunto de entender las necesidades y contenidos que requiere la audiencia en torno a los Derechos de la Comunicación, pero también de la creación de nuevos medios comunitarios que amplifiquen su voz y opinión.
Notas
1. Constitución del Ecuador, Art 1. 2009 https://www.asambleanacional.gob.ec/sites, Ecuador.
2. Ley Orgánica de Comunicación, Art 22, 20 feb 2019, https://www.telecomunicaciones.gob.ec/wp-content/uploads/2020/01/Ley-Organica-de-Comunicaci%C3%B3n.pdf Ecuador.
3. CORAPE, UNICEF, (2020) Memoria de la experiencia de los medios de comunicación comunitarios de la Red CORAPE durante la emergencia sanitaria. Ecuador.
4. UNICEF, Memoria de la experiencia de los medios de comunicación comunitarios de la Red CORAPE durante la emergencia sanitaria. Ecuador 2020, Dificultades, p. 14.
5. CIDH. Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. Estándares para una radiodifusión libre e incluyente. 3 diciembre de 2009. pp. 34.
Jorge Guachamín, ecuatoriano, Licenciado en RRPP y Comunicación Organizacional. Desde hace 14 años ha trabajado en Comunicación Comunitaria con un enfoque de Derechos Humanos, articulando con las realidades locales del territorio, en el marco del respeto de las cosmovisiones de los Pueblos y Nacionalidades. Desde hace tres años se viene desempeñando como Secretario Ejecutivo de La Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador – CORAPE, donde trabaja junto a un equipo humano comprometido con la comunicación comunitaria del país, coordinado a la organización a nivel nacional, con las radios afiliadas, fraternas y centros de producción comunitarios.
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