16 Aug 2023 Medios y rendición de cuentas en América Latina
Fernando Oliveira Paulino
Como parte de su misión fundamental, a lo largo de los años, los medios de comunicación se especializaron en el monitoreo de acciones de personas y entidades que producen efectos en la vida en sociedad. Nada más necesario para las democracias, que las acciones de los propios medios sean seguidas y que esas instituciones y sus profesionales rindan cuentas de las decisiones que toman continuamente.
Por un lado, la reflexión sobre maneras y parámetros para tales acciones involucran ética, procedimientos y formación de profesionales y gestores de los medios.
Por otro, ha sido fundamental desarrollar y fomentar acciones de literacia mediática, preparando y fortaleciendo la relación y el diálogo con el público para disminuir asimetrías comunicacionales y contribuir para que las audiencias tengan más condiciones de ser un público que interactúe, efectivamente, participe de decisiones editoriales y, aún, tengan autonomía para producir, distribuir y acceder contenidos.
Con eso, habrá más condiciones para que las personas no sean sólo vistas como receptoras o comentadoras de contenidos publicados.
En sociedades con indicadores sociales bien desarrollados, con un sistema público de comunicación y medidas formales e informales de interacción entre comunicación y educación, hay más condiciones de polifonía, de isegoría y de conocimiento compartido.
Desafortunadamente, tal escenario no hace parte de la mayoría de las regiones del llamado Sur Global, especialmente, en países latinoamericanos con indicadores que enseñan bajo grado de deontología profesional y un alto grado de concentración mediática.
La concentración de la propiedad
En América Latina existe un panorama histórico de concentración de la propiedad (no solo mediática) y un importante uso político de los medios de comunicación.
Sin perjuicio de otras cuestiones como la politización del sector mediático, la desactualización de las leyes de medios, la desigualdad social, las amenazas a la libertad de prensa y la falta de seguridad de los periodistas en el ejercicio de su profesión, que se observan en varios países latinoamericanos, la concentración de la propiedad sigue siendo un factor clave que afecta a la diversidad de contenidos (y opiniones) y a las iniciativas de rendición de cuentas (“accountability”) de los medios.
En este escenario, se destacan los esfuerzos de la sociedad civil e instituciones y personas desde las instituciones educacionales, por democratización de la comunicación, incluyendo movilizaciones por la creación o consolidación de servicios públicos de comunicación, acceso a la información, transparencia, monitoreos, observatorios y defensorías públicas de las audiencias (instituciones que mezclan y/o se basan funciones similares a las defensorías del pueblo y servicios de ombudsman).
En el campo académico, merecen referencia los estudios desarrollados en Chile (por Constanza Hormazábal y Fernando Gutiérrez), Argentina (Cynthia Ottaviano), Brasil (Fernando Oliveira Paulino, Mariella Bastian y Renata Gomes), México (Lenin Martell y Laura Martínez Aguila), Costa Rica (Patrícia Vega Jiménez , Giselle Boza Solano, Liliana Solís Solís, Luisa Ochoa-Chaves y Lidieth Garro-Rojas) y Colombia (Diego García Ramírez, María Patrícia Téllez y Edgar Allán Niño Prato) que hacen parte del “Global Handbook of Media Accountability”, organizado por Susanne Fengler y Tobias Eberwein.
Un resumen de las contribuciones de las/os investigadores está disponible en los enlaces Se puede acceder al acto en español a través de dos enlaces: https://www.youtube.com/watch?v=_V9LUcMg794&t=5503s y https://www.youtube.com/watch?v=cg1EDZ0sVRA
En los videos, las/os expertas/os tratan de evaluar como los instrumentos tradicionales de responsabilidad de los medios de comunicación a las circunstancias de los respectivos países.
En México, la creación de instrumentos de rendición de cuentas de los medios, como los defensores de la audiencia, está directamente relacionada con las reformas de los últimos años y la creación de la Ley de Comunicación y Acceso a la Información. Ellos son los encargados de recibir y mediar en las quejas y sugerencias de la audiencia sobre los contenidos y procedimientos desarrollados por las televisoras y radiodifusoras.
Por consiguiente, otros elementos de la responsabilidad de los medios de comunicación desempeñan un papel especial en los países latinoamericanos.
Entre ellos se encuentran los órganos de regulación y fiscalización de los medios de comunicación, que desempeñan un papel importante al establecer parámetros para estimular los debates sobre el papel de los medios de comunicación.
En países como Brasil, Argentina y Chile, las empresas de comunicación de propiedad familiar están presentes en el mercado de la comunicación y controlan la mayor parte de la oferta mediática, lo que se traduce en una oferta de contenidos a menudo influenciada política y personalmente y plantea mayores dificultades a los periodistas para seguir los principios éticos frente a las presiones del mercado.
En Costa Rica y Colombia, la concentración de la propiedad en el sector de la radio es especialmente pronunciada.
En el muy politizado sector de los medios de comunicación de Argentina, que se caracteriza por la fuerte influencia de los actores políticos, se creó el cargo de “defensor de las audiencias” (defensor público de los servicios de comunicación audiovisual). Otro ejemplo son las “defensorías de las audiencias”, que se organizan de forma descentralizada en el sistema de medios de comunicación mexicano.
Canales para promover el diálogo
Tales experiencias tienen una importante responsabilidad en la recepción y mediación de quejas y sugerencias, y son canales para promover el diálogo sobre contenidos y animar a la gente a participar más activamente en los medios. Además, estas experiencias se han incorporado a las actividades de alfabetización mediática, permitiendo una voz activa de las comunidades y sus miembros.
Especialmente en Brasil, donde académicos e instituciones académicas trabajan activamente en este campo, los observadores de los medios han participado en debates y contribuido a la formación profesional en las escuelas de comunicación. Además, las herramientas de transparencia, como los códigos deontológicos o la divulgación de la propiedad, pueden contribuir significativamente al funcionamiento de una infraestructura de rendición de cuentas de los medios de comunicación y mejorar la capacidad de la audiencia para comprometerse e interactuar con las redacciones.
La baja convergencia deontológica entre empresarios, periodistas y profesionales de la comunicación es un rasgo típico de los países latinoamericanos y puede ilustrarse con la realidad chilena.
El actual sistema chileno cuenta con una estructura que apunta a la autorregulación, pero al ser voluntaria tanto para los profesionales como para los medios, no se convierte en un órgano efectivo de responsabilidad social (“accountability”), ya que sus recomendaciones no son necesariamente seguidas por los medios.
Teniendo en cuenta la realidad descrita arriba, ha habido esfuerzos compartidos, con la participación de investigadores/as de distintos países para un intercambio más fluido de experiencias a través de canales científicos y profesionales.
Que las experiencias crezcan y, por medio de ellas, que haya más condiciones de participación del público, sean fomentadas nuevas posibilidades de alfabetización mediática, ejercicio del acceso a la información y del derecho a la comunicación. ν
Fernando Oliveira Paulino es profesor de la Universidad de Brasilia y presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC)
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